25 junio 2005

ACEPTAR TU HOGAR

¿Renunciarías a construir una casa porque el material entregado no corresponde al encargo hecho? ¿Arrojarías la lana de tu sweater porque, según tu modelo, no da tanto como prometía? ¿Abandonarías a tu hijo porque no tiene el temperamento y el carácter que esperabas? ¿Renunciarías a construir tu hogar porque tu pareja no es lo que habías soñado, porque no es lo que esperabas?

Si te has casado con tu sueño, obraste como un adolescente. Acúsate sólo a ti mismo y no acuses a tu cónyuge por no ser como tú lo habías imaginado. Si estás decepcionado y sigues en tu decepción, a tu pesar, se te notará. Y si se te ve, alejarás a tu pareja un poco más de ti, puesto que para acercarse necesita confianza. Tus lamentos son barreras que separan, cuando lo que conviene es unir.

Nunca es demasiado tarde para casarse, al fin, con el que comparte tu vida. Sólo falta que te decidas. No puedes llevar a cabo un matrimonio de tres: tu cónyuge, tú y tu sueño. Si quieres seriamente casarte, divórciate de tu sueño.

Si no puedes construir un castillo, puedes al menos construir una cabaña. Pero no serás feliz en tu cabaña mientras sigas soñando en tu castillo. ¿Estás dispuesto a romper con tu sueño, a abandonar tu castillo? No te digas que esto es renunciar a tus ilusiones, porque no podrás suprimirlas.

Empieza por perdonar a tu cónyuge, puesto que nunca le has perdonado que no sea como tú lo habías imaginado. Ofrece a Dios tu decepción, tu sueño roto y todo cuanto en ti se ha nutrido de lamentos, rencores y desánimos. Acepta, en fin, profundamente, la realidad del otro y la de tu hogar.

No se trata de “rehacer tu vida”, sino de “rehacerte tú”. Acaso nunca le has amado de verdad, puesto que lo deseabas para ti y no por su propio bien. Acaso no te ha amado nunca de verdad, puesto que te deseaba para sí, y no por tu bien. Y sus dos egoísmos se unieron un momento, forjando así la ilusión del amor.

No juzgues al otro, júzgate a ti mismo. Si realmente él o ella no te ama ya, ámale tú más desinteresadamente. Raras son las personas que se resisten largo tiempo a un amor auténtico. Amando le ayudarás a amar.

Si estás pensando: “me ha decepcionado”, piensa también: “le he decepcionado” y entonces cada cual a lo suyo. Comparte tus sentimientos, dialoga sobre ellos con tu pareja, discute constructivamente y vuelve a amarle con un corazón totalmente nuevo.

Dices que tiene todos los defectos; antes decías que tenía todas las cualidades. Te equivocabas antes, y te equivocas ahora también. Posee cualidades y defectos y debes casarte con todo ello.

Dices: “¡No es culpa mía! ¡Ha cambiado!” ¿No serás tú quien ha cambiado? Y si ha cambiado ¿Por qué asombrarte? Te has desposado con un ser vivo, con valores y creencias diferentes a las tuyas, no con una imagen pintada. Amar no es la elección para un momento, sino para siempre.

Amar a un hombre, como amar a una mujer, es siempre amar a un ser imperfecto, a un enfermo, a un débil, a un pecador… Si le amas verdaderamente, le curarás, le sostendrás, le salvarás. Amar puede llegar a ser, en definitiva, sufrir una vida entera. ¡Ojalá lo pensasen antes de comprometerse los que se deciden a amar!

El sacramento del matrimonio ha consagrado su unión y los ayuda a realizarla cada día. Sólo Cristo en el centro de su hogar podrá librarlos del egoísmo y restituirles el amor. Pero para entrar en su casa hoy, como ayer, necesita de un sí. Aceptar el propio hogar es aceptar al otro, pero es aceptar también a Jesucristo Salvador.

14 junio 2005

Examen...

Sepan que reprobar un examen no es lo peor...

Un padre entró en la habitación de su hija y encontró una carta sobre la cama. Con la peor de las premoniciones la leyó mientras le temblaban las manos:

"Queridos papá y mamá:

Con gran pena y dolor les digo que me he escapado con mi nuevo novio. He encontrado el amor verdadero y es fantástico. Me encantan sus piercings, cicatrices, tatuajes y su gran moto. Pero no es solo eso: estoy embarazada. Johnattan dijo que seremos muy felices en su población. Quiere tener muchos más niños conmigo y ese es uno de mis sueños. He aprendido que la marihuana no daña a nadie y la vamos a cultivar para nosotros y nuestros amigos. Ellos nos proporcionan toda la cocaína y pasta base que queremos. Entretanto rezaremos para que la ciencia encuentre una cura para el SIDA, para que Johnattan se mejore. Se lo merece. No te preocupes por el dinero: el Johnny lo ha arreglado todo para que participe en las películas que sus amigos Bryan y Michael ruedan en su sótano. Por lo visto puedo ganar 50 lucas por escena, 50 más si hay más de tres hombres en la escena y 50 más si participa un caballo. No te preocupes mamá. Ya tengo 15 años y sé cómo cuidar de mi misma... Algún día los visitaré para que puedan conocer a sus nietos.

Con cariño: su querida hija.

P.D.: Papi, es una broma. Estoy viendo la tele en la casa de la vecina.
Sólo quería mostrarte que hay cosas peores en la vida que mis calificaciones, que te adjunto a la presente".

NOTA: EL SENTIDO DEL HUMOR ES PARTE FUNDAMENTAL EN NUESTRAVIDA; PERDERLO ES ENVEJECER

Humor

A los pocos días del trágico 11 de septiembre en Nueva York, un gallego estaba leyendo acerca de esos acontecimientos en uno de los periódicos de Galicia. Y con eso de que era ferviente admirador de la ETA en España, decidió realizar un ataque suicida para ser recordado en la posteridad.

A falta de un avión, se robó un planeador y se lanzó contra un edificio de 3 pisos. Al día siguiente, en los periódicos de la ciudad gallega apareció en primera plana: ATENTADO TERRORISTA CONTRA EDIFICIO. Y más abajo hacían el recuento de los daños: UN MUERTO: EL GALLEGO

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Un joven sacerdote fue asignado por primera vez a una parroquia. Estaba muy entusiasmado con su nueva misión. En eso se acerca una mujer, quien se presenta:

"Padre, yo soy chonita, la que vive aquí enfrente de la iglesia, y vengo a ponerme a sus órdenes y a darle unos consejitos... En esa casa vive Chanita... no se junte con ella, padre, yo se lo que le digo... lo va a meter en muchos problemas... y en esa casa vive Nachita... cuídese de ella, padre, porque es una resbalosa que le va a provocar a usted muchos chismes... Uyyy, se me olvidaba, la peor de todas es Panchita, ella vive en aquella casa que se alcanza a ver allá... Mejor no le cuente nada personal, padre, porque es una persona que no sabe guardar un secreto..."

El padre la escuchaba pidiéndole a Dios mucha paciencia. La mujer continuó, diciendo:

"Por cierto, padre, como ya se lo dije antes, yo vivo en esa casa que está frente a la iglesia... si usted se fija bien, en mi casa hay un balcón... y desde ese balcón la misa se escucha perfectamente... por eso, padre, quiero pedirle un favor... déjeme oir la misa desde ahí, para no tener que mezclarme con esa chusma..."

El buen sacerdote le dijo:

"Claro que si, hija mía, con mucho gusto... Puedes escuchar la misa desde tu balcón... Ah, y cuando vayas a comulgar no bajes hasta acá, sólo abre la boca y extiende la lengua hasta donde yo esté, al fin y al cabo la tienes muyyyyyyy larga".